Visualmente, los gráficos del juego realzan el tema meditativo. Los carretes presentan símbolos meticulosamente tallados, incluyendo el amuleto Hamsa, que tradicionalmente es un símbolo de protección y en este juego, activa las rondas de bonificación. Los visuales presentan un marcado contraste con los entornos de casino habituales, con cuerpos de agua pacíficos y manglares exuberantes dominando el fondo. Esta elección de escenario se alinea con los orígenes del budismo en la India, evocando un sentido de paz interior y reflexión.
La mecánica del juego enfatiza tanto la simplicidad como la profundidad. Los jugadores pueden navegar fácilmente por la configuración, ajustar sus apuestas y acceder a varias características del juego sin cerrar los ojos para meditar, permaneciendo conscientes de su presupuesto y límites. Las reglas requieren símbolos coincidentes en carretes adyacentes, comenzando desde el carrete más a la izquierda, con un énfasis especial en activar giros gratis mediante el símbolo scatter de bonificación. La tabla de pagos diferencia los símbolos por su potencial de pago, ofreciendo recompensas sustanciales por combinar símbolos de alto y súper alto valor.
En términos de bonificaciones, "Jhana of God" ofrece principalmente giros gratis, que pueden ser activados y multiplicados al encontrar diferentes tipos de símbolos Hamsa. Durante estas rondas, los orbes espirituales añaden otra capa de emoción al mejorar los valores de los símbolos y otorgar giros adicionales. A pesar del manejo delicado de un tema religioso, la mecánica atractiva del juego y sus gráficos tranquilos lo convierten en una adición notable a las tragamonedas de temática asiática. Es simple pero ricamente detallado, destacándose al visitar los idilios serenos de la India en lugar de los escenarios más comunes del este de Asia.