Visualmente, La Fortuna de Master Chen destaca a pesar de su tema muy utilizado. Los gráficos son nítidos y detallados, ofreciendo una experiencia clara y agradable estéticamente. Las animaciones, aunque no son particularmente innovadoras, son fluidas y complementan bien los efectos de sonido. El audio, sin embargo, decepciona con su desinspirada música de fondo pseudo-china, lo que podría llevar a los jugadores a presionar el botón de silencio para preservar su atmósfera de juego.
El tema del juego gira en torno a símbolos clásicos de la fortuna, como figuritas de gatos con la pata levantada y naranjas, e incluye elementos caprichosos como monedas escondidas en jarrones y árboles que llevan dinero. Esta peculiar amalgama de símbolos añade cierto encanto y lo distingue de la miríada de tragamonedas de temática similar. La vibrante paleta de colores rojo y dorado solidifica aún más su motivo cultural, haciéndolo visualmente reminiscentes de muchos juegos de temática asiática, pero con un atractivo único en sus peculiaridades.
En conclusión, aunque La Fortuna de Master Chen ofrece una experiencia visual encantadora y un juego sencillo, su falta de volatilidad y ausencia de características de bonificación lo hacen menos atractivo para jugadores estratégicos que buscan mayores pagos. Este juego podría ser más adecuado para aquellos que disfrutan de tragamonedas simples sin los adornos de los juegos modernos llenos de bonificaciones. Para esos jugadores, la simplicidad combinada con los gráficos vibrantes podría proporcionar un pasatiempo entretenido, aunque no promete recompensas sustanciales.