Visualmente, The Grand es una obra maestra. Sus gráficos, aunque sencillos, están meticulosamente diseñados para garantizar que todo en la pantalla se mezcle perfectamente en un estilo unificado, que recuerda al falso Art Deco. Los detalles están intencionalmente elegidos para realzar el atractivo visual del juego, ofreciendo una experiencia rica y armoniosa. Sin embargo, el diseño de sonido es un poco mixto, con música sintetizada y sonidos de ganancia que no coinciden del todo con la estética elegante, aunque las animaciones siguen siendo fluidas y perfectamente sincronizadas.
En lugar de adherirse a una historia o trama específica, The Grand encarna un lujoso estilo Art Deco que evoca el glamour y la sofisticación de los años 1920. Esta elección estética impregna la tragamonedas con un aire de opulencia, desde las llamativas fuentes hasta los palos de cartas y los símbolos temáticos de joyas. El diseño cohesivo, respaldado por un competente equipo de diseño, hace que el juego sea visualmente atractivo y mejora la atmósfera general.
En términos de mecánicas de juego, The Grand ofrece una tasa de retorno al jugador favorable, situándose cómodamente por encima del promedio. El rango de apuestas es lo suficientemente amplio como para acomodar diversas preferencias, asegurando que tanto los jugadores cautelosos como los atrevidos puedan disfrutar del juego. La alta volatilidad del juego también se alinea bien con estrategias efectivas de tragamonedas, haciéndolo atractivo para aquellos que buscan ganancias significativas. Con su diseño elegante, bonificaciones intrigantes y alta volatilidad, The Grand destaca como un juego de tragamonedas altamente recomendado que ofrece más que solo una fachada bonita.