A pesar de su jugabilidad prometedora, la estética de Beauty Fruity deja mucho que desear. El paisaje de fondo de aguas azules y palmeras proporciona un buen comienzo, pero rápidamente va cuesta abajo. El diseño de personajes, especialmente el anfitrión, cruza al valle inquietante, y los diseños de los carretes parecen poco inspirados. La música y las animaciones de alta calidad intentan redimir el juego, pero sin querer resaltan aún más el pobre estilo artístico.
El tema de Beauty Fruity está ambientado en una playa tropical y presenta a una rubia en bikini, más enfocada en el atractivo visual que en la sofisticación. Los carretes están decorados con frutas tropicales, y el fondo pretende transportar a los jugadores a una playa soleada. Sin embargo, los movimientos robóticos del anfitrión y el estilo artístico general hacen que parezca algo de mal gusto. Se siente más como un intento de capturar la atención a través del atractivo sexual que como una experiencia de juego bien elaborada.
En conclusión, aunque Beauty Fruity tiene una tasa de retorno al jugador por encima del promedio y una volatilidad ajustable, su ejecución visual y temática resta significativamente a su encanto. Si los jugadores pueden pasar por alto el arte mediocre y algo vulgar, aún podrían disfrutar de su sólida jugabilidad y música envolvente. Sin embargo, en un mercado con máquinas de frutas mejor diseñadas, le cuesta destacar.