Visualmente, el juego deja mucho que desear. Aunque los gráficos son limpios y vibrantes con símbolos clásicos de frutas y campanas, carecen de creatividad y se sienten demasiado familiares. El fondo, una nube cambiante de luces pastel, no hace mucho para revitalizar el tema obsoleto. Para empeorar las cosas, la música, una pista de disco de los años 70 implacable, se siente fuera de lugar y rápidamente se vuelve irritante. Este paisaje sonoro está tan desvinculado de la acción del juego que silenciarlo se vuelve casi una necesidad.
Temáticamente, Extra Juicy hace poco para emocionar. Cae en el camino muy trillado de las tragaperras basadas en frutas, aferrándose a los clichés en lugar de intentar revitalizar o innovar dentro del género. Hay una sensación palpable de pereza en sus elecciones de diseño, no logrando proporcionar una experiencia atractiva o memorable. Esta falta de inspiración en el tema y la ejecución ofrece pocas razones para que los jugadores lo prefieran sobre otras opciones más creativas.
En conclusión, aunque Extra Juicy muestra elementos matemáticos decentes como un retorno al jugador ligeramente superior al promedio y una alta volatilidad que favorece ciertas estrategias, lucha por cautivar más allá de eso. Los bonos y las características básicas hacen poco para destacar, haciendo que sea un juego que no es del todo malo, pero que no logra despertar emoción. Aunque no lo recomendaríamos activamente, no te disuadiríamos de probarlo si su simple encanto y cifras prometedoras te parecen atractivos.